Aunque es fácil, a muchas de nosotras nos resulta difícil elegir un aceite capilar adecuado. Si quieres darle unos buenos cuidados a tu pelo y tu cuero cabelludo, tienes que leer este texto. Aprenderás qué es la porosidad capilar, cómo identificarla y qué aceites son adecuados para tu tipo de pelo.

Cada tipo de pelo tiene su porosidad. Este término define lo levantadas que están las cutículas respecto al tallo capilar. Hay porosidad baja, media y alta. Los tipos de porosidad suelen mezclarse. Por ejemplo, podemos tener porosidad baja en las raíces y porosidad alta en las puntas.

Muchas fanáticas del cuidado capilar definen su pelo como de porosidad media – entre baja y alta.

Tipos de porosidad del cabello

CABELLO DE POROSIDAD BAJA

Es suave, liso y brillante. Es resistente a los tintes y a la estilización. Se seca lentamente y repele la humedad. El cabello de porosidad baja es propenso a los daños, por lo que un cuidado adecuado es crucial. Por desgracia, no siempre ofrece resultados positivos. ¿Por qué? Porque las cutículas están muy juntas, cerradas y distribuidas uniformemente. Las mantecas cosméticas y los aceites sólidos son excelentes para el cabello de porosidad baja, incluyendo el aceite de coco, el aceite de lino, el aceite de girasol, el aceite de babasú, la manteca de karité y la manteca de mango.

CABELLO DE POROSIDAD MEDIA/NORMAL

En términos simples, es la combinación del cabello de porosidad baja y del cabello de porosidad alta. Puede ser liso u ondulado; es fácil de estilizar y se ve afectado por las condiciones climatológicas – absorbe la humedad y se encrespa. Al contrario que otros tipos de cabello, es resistente a los daños. Para tratar este tipo de cabello lo mejor es usar los siguientes aceites monoinsaturados: aceite de argán, aceite de semillas de ciruela, aceite de oliva, aceite de almendras dulces, aceite de fruta de la pasión y aceite de aguacate.

CABELLO DE POROSIDAD ALTA

Este tipo de cabello está dañado, seco y sin vida. Si se somete a menudo a tratamientos de estilización (coloración, alisado, permanente), se debilita aún más. El cabello de porosidad alta suele estar rizado, encrespado y con estática. Sus cutículas están muy levantadas. Como resultado, tanto los nutrientes como las sustancias perjudiciales penetran en el pelo más rápidamente. Si tu tipo de pelo es éste, usa aceites poliinsaturados: lino, onagra, algodón, rosa silvestre, semillas de uva y trigo.

TEN EN CUENTA: No hay ningún aceite que ofrezca resultados tras la primera aplicación. Sí, tu pelo estará más bonito, pero tendrás que esperar para llegar a los resultados finales. ¡Sé paciente! Cambia el aceite si no consigues ningún resultado después de unas semanas de tratamiento. Puede que hayas elegido un aceite incorrecto para tu porosidad capilar o quizás hayas determinado incorrectamente tu porosidad capilar. Por suerte, hay algunos trucos sencillos que te pueden ayudar.

¿Cómo se identifica la porosidad capilar? Haz una prueba

Las pruebas se han puesto de moda entre las fanáticas del cuidado capilar que desean cuidar de su pelo. Los mini cuestionarios pueden ayudarte a determinar la porosidad de tu pelo. Así, serás capaz de elegir productos de cuidado capilar adecuados. Las brumas, las mascarillas y los acondicionadores no son los únicos productos que puedes usar en el tratamiento de tu pelo. Recuerda probar los aceites capilares. Pueden resultar mucho más eficaces que los conocidos champús y serums. La pruebas que definen la porosidad capilar incluyen: prueba del agua, prueba del tacto, prueba de la observación, prueba de la harina y prueba del aceite de coco.

1. Prueba del agua.

Mete unos pocos pelos en un cuenco grande lleno de agua. Deben estar limpios y secos; no pueden estar cubiertos de cosméticos (siliconas, mascarillas y acondicionadores). Observa atentamente lo que les ocurre. ¿El pelo se hunde hasta el fondo después de 2-3 minutos? Significa que tiene porosidad alta, ya que absorbe al agua rápidamente a través de las cutículas abiertas. ¿Y si el pelo sigue flotando en la superficie del agua? Entonces probablemente tiene porosidad baja. Las cutículas cerradas evitan que el agua penetre en el interior del pelo.

2. Prueba del tacto.

Coge un pelo y siéntelo. ¿Es áspero y desigual? Tu pelo tiene porosidad alta. ¿Es suave y liso? Entonces tiene porosidad baja. Por desgracia, este método no es fiable. No a todo el mundo le resultará útil. Algunas mujeres tienen un pelo distrófico o displástico. El aspecto y el estado de este tipo de pelo difiere del cabello sano normal, ya que es débil y tiene una estructura en espiral.

3. Prueba de la observación.

Es probablemente el método más fácil. Simplemente tienes que observar tu pelo: el aspecto que tiene tras lavarlo, secarlo con el secador o en un día lluvioso, durante el caluroso verano y en cualquier condición que pueda sufrir daños. Si observas un pelo brillante y suave, tiene porosidad baja. Si está seco y sin brillo, tiene porosidad alta.

4. Prueba de la harina.

No necesitas ser un chef para hacer esta prueba. Espolvorea un poco de harina por encima de tu pelo para comprobar su porosidad. Si tu pelo queda blanco y cubierto en harina, sin duda tienes un pelo de porosidad alta. Y a la inversa: el pelo de porosidad baja no quedará cubierto en harina. Recuerda lavarte el pelo a fondo y eliminar los cosméticos y el sebo antes de la prueba.

5. Prueba del aceite de coco.

Aplica aceite de coco en el pelo. Después de más o menos una hora, lávate el pelo con un champú suave. No te lo seques con el secador; deja que se seque al aire. Si está suave y brillante, tiene porosidad baja. Si está encrespado y sin vida, tiene porosidad alta.

Otra opción para los perezosos. Visitar al tricólogo

Si no te apetece hacer ninguna de las pruebas, pide cita con un tricólogo. Es un médico que ofrece análisis profesionales del pelo. El tricólogo examina tu pelo bajo el microscopio y determina su longitud, densidad y el estado de las cutículas y las puntas. Si el médico dice que tu cuero cabelludo está en mal estado, pídele que te recete algún preparado adecuado y que te recomiende algún producto para el pelo. ¿Has observado alguna vez tu pelo bajo el microscopio? Si no es así, es una gran oportunidad.